miércoles, 12 de noviembre de 2008

¡Ya es mi cumple!

Ya son las doce de la noche y por tanto ya es 12 de noviembre; día de mi cumpleaños.

. ¡Felicidades María!
. ¡Oh! Muchas gracias, eh… María.
. No hay de qué, mujer. ¿Cuántos cumples?
. ¡Ah! Pues 20.
. Ahá… Bueno, pues pasa un feliz día.
. Eso haré, muchas gracias. ¡Igualmente!

El otro día estuve pensando y me pregunté a mí misma (igual que ahora me estoy felicitando, el otro día me pregunté):

. ¿Cómo te sentirías si te dijeran que mañana te vas a morir?
. Pues depende, me dije. Si me muero porque me atropella un coche, supongo que sentiría dolor…
. Joder, María… Parece mentira que te estés hablando a ti misma. Es una hipótesis.
. ¡Ah! Haber empezao por ahí…
. Tú estás fatal, chica.
. ¡Joder! Y yo qué sé. Con la de tontunas que piensas a lo largo del día… Pues a ver, si me dijeran que mañana me voy a morir y que no sabemos de qué, le preguntaría al gilipollas que plantea esas hipótesis porqué lo dice. Y, como la gilipollas eres tú…
. Te lo pregunto para que, al margen de las respuestas más típicas (porque quiero a mi familia y a mis amig@s y no me quiero separar de ellos, porque soy muy joven ¡no por favor no quiero morir!, porque me gustaría hacer muchas cosas que aún no he hecho…), me digas si te irías feliz.
. O sea, ¿realmente me preguntas si moriría feliz? Encantada… Quién no desea morir.
. A ver, hablo en serio. ¿Te morirías tranquila, satisfecha con la vida que has llevado?
. Pues te daría las respuestas más típicas de las que me has hablado antes porque son los motivos por los que no quiero morir así que, si me fuese a morir mañana, sentiría frustración por no poder despedirme de todos y, de paso, pediría una prórroga: “Ya que no sabemos de qué voy a morir, por favor, deme un mes más para terminar unas cosillas… ¿Es que usted no ve “Entre fantasmas”? Que luego, si nos quedan cosas por hacer, estamos por aquí en forma de espíritus dando el coñazo hasta que nos ayudan a resolver los asuntos pendientes para poder cruzar…”.
. Es difícil entenderse contigo hasta hablándote a ti misma.
. ¿¡Es que no te das cuenta de que te he entendido a la primera!? ¿Qué quieres? ¿Dejarme por tonta delante de todo el que nos lee? ¡Qué poca vista tienes, Mery!... Lo que pasa es que si no, no tengo material para escribir una entrada en el blog y justificar el anuncio de mi cumpleaños…
. ¡Ahhh! Menos mal…
. Tú tampoco te enteras de nada para ser tú misma, eh…
. Ya, perdona.
. Bueno, como te decía entre broma y broma… La realidad es que estoy feliz porque, aunque he necesitado de medidas extremas para reaccionar ante la vida; ante mi vida, es ahora cuando siento que estoy emergiendo como persona (y con esa palabra, “emerger”, parafraseo a quien así me describió el día 25 de octubre de este año a las 19:15h. aprox. . Día en el que, por cierto, conocí a Víctor ( un placer). Después de despedirnos de él y mientras hablábamos de nuestras cosas caminando por las calles de Madrid (concretamente por Plaza Castilla; justo en el edificio nº. 27), me dijo exactamente eso. Pero bueno, tampoco quiero dar muchos detalles al respecto…
. Sí.
. Pues eso. Que odiaría tener que morirme mañana básicamente porque estoy en la mejor edad y creo que se avecina una buena época o etapa, mejor dicho.
. ¿En serio?
. Sí, totalmente. Voy a ser una nueva María.
. ¿Otra? ¿Cuántas seremos entonces? Ya sabes que a mí me da palo conocer gente nueva y me cuesta adaptarme. Tardé mucho en integrarme con todas tus yos… con todas tus tus… Ya sabes que me cuesta mucho integrarme.
. ¡Buah! No te preocupes. A esta María la he creado yo; la hemos creado entre todas, te gustará.

martes, 4 de noviembre de 2008

Polis y cacos

Quizás mi reputación se vea perjudicada por lo que voy a contaros pero tengo que hacerlo si quiero hablar de lo que me ha pasado hoy... No es tampoco estrictamente necesario, ¿no? pero voy a aprovechar y a utilizar esta entrada como símbolo de redención.
El otro día llevé a cabo un robo. Sí, he de reconocerlo. Sé que está mal pero así es.
Atraqué un banco, robé en una joyería y asalté a una anciana en plena calle.
No; eso son tres. Lo cierto es que no fue un robo propiamente dicho sino un hurto y... tampoco al 100% porque la definición de hurtar es apropiarse de algo ajeno contra la voluntad de su dueño sin utilizar la violencia y la verdad es que el dueño no se enteró. Tal vez de haberse enterado hubiese estado de acuerdo... (pero eso ya no lo sabremos).
La cosa es que me fui de compras a una tienda (comprenderéis que no mencione el nombre) y llevaba puestas unas medias debajo de los pantalones y mis botas forradas (por fuera y por dentro) de pelito. Pero claro, después de dos años sobando el pelito con mis pies, más que pelito parecía esparto y, después de estar horas probándome ropa en un probador estrecho, con la calefacción a tope y abrigada hasta las trancas porque en la calle hacía frío, como que las medias empiezaron a sobrarme... Se mueven de su sitio, se bajan, se retuercen, se pegan, arañan y, cuando estás acalorada, no hay quien las suba así que decidí quitármelas y terminar con el problema. Pero... no terminé con el problema. Y no sólo no terminé con el problema sino que mi decisión me condujo directamente hacia el lado oscuro de la vida; me introdujo en un camino que pocas veces muestra un retorno; me impulsó a cometer un delito.
Así es amigos... Parece mentira que decisiones como quitarse o no unas medias puedan convertir a una buena persona en una persona despreciable y ruín.
Robé unos calcetines.
Hurté unos calcetines. (Pese a ser despreciable y ruín, me gusta llamar a las cosas por su nombre).
¿A que con todo lo anterior, lo mío pierde importancia?
Cuando terminé de probarme todo lo que quería guardé las medias en el bolso, me puse los pantalones y después, sin nada más, mis botas. ¿Sabéis lo que es caminar sobre el esparto? Es muy incómodo y aún me quedaba un largo trayecto por recorrer (el centro comercial es enorme).
Así que me dirigí (incómoda, incomodísima) a la sección de calcetines. Vi unos que costaban menos de un euro y que eran mi número. Eran feos, muy muy feos. Eran de Spiderman. Seguro que nadie los hubiese comprado. ¡Les hice un favor retirándolos del mercado!
(Me hacían falta). Estaba de mala leche porque era de esos días en los que vas buscando algo concreto y hay de todo menos de lo que buscas y, si lo encuentras, o no es tu talla, o está defectuoso o, o, o la vieja de delante acaba de coger el último para su adorada nieta... Y, para colmo, no llevaba monedas sueltas. No iba con intención de rob..., de hurtarlos pero sólo llevaba un billete de 50 euros y no iba a cambiarlo por unos calcetines de un euro... Sé que muchos de vosotros (si no todos) diréis: y, ¿por qué no? Y yo os diré... os diré...
¿Sabéis lo que es caminar sobre el esparto? Además estaba de mala leche porque era de esos días en los que vas buscando algo concreto y hay de todo menos de lo que buscas y, si lo encuentras, o no es tu talla, o está defectuoso o, o, o la vieja de delante acaba de coger el último para su adorada nieta...
Me metí en el probador, me puse los calcetines (¿he dicho que eran muy feos?) y me calcé las botas. Ni siquiera llevaban alarma... Sólo estaban metidos en un cartón que tenía como dibujo a un tío disfrazao de Spiderman... Incluso cogí los menos estilosos para no disfrutar con el delito. Porque podría haber dicho: ya que hurto, hurto bien... ¡Pero no! Cogí los más baratos y los menos políticamente correctos a los ojos de la moda actual para no encontrar placer en comportamientos como ese...
Cuando me iba (ya muy cómoda), al pasar por el detector que hay a la salida sudé pensando en que a lo mejor, los calcetines llevaban una alarma oculta que el ser humano era incapaz de percibir como trampa para clientes que piensan que, un euro, no es nada pero... no pité. Si hubiese sido un detector de pulsaciones, después de hacerlo explotar, se habrían abalanzado sobre mí siete agentes a la vez creyendo que había robado la joya más cara de Tiffany´s en vez de un par de calcetines...
Ahora, cada vez que los veo me recuerdan lo que hice. Día y noche me acuesto y me levanto pensando en pasar por la tienda y dejar un euro en el mostrador sin que nadie me vea. Un euro ya es más de lo que valían pero estaba dispuesta a pagar la diferencia como remuneración por los daños causados hasta que una amiga me dijo entre otras cosas que esas tiendas no se arruinan por un euro; que no pasaba nada... (Gracias Aída). Y descubrí que llevaba razón. La próxima vez, casiseguro cambiaré el billete, tenga el valor que tenga.

Después de esto no había vuelto a la tienda hasta hoy. Como la última vez, me he metido en el probador, me he probado tropecientasmilsetecientascincuentaydos cosas y he decidido COMPRAR (coma) COMPRAR, como buen ciudadano que vela todo lo que puede por respetar la ley y la economía (Hacienda somos todos), dos de ellas. Pero hoy había una diferencia respecto a aquel día; hoy, "estaba limpia"...
Aún así, cuando me dirigía curiosamente a la sección de ropa interior (donde se incluyen los calcetines (recordaba viejos tiempos)), me ha llamado la atención el guardia de seguridad... Me hablaba de una alrma en mi probador mientras me hacía acompañarle hasta él.
. ¿Es eso suyo? (Señalando una alrma destrozada que había en el suelo)
. (Muy segura) Pues no... En todo caso será de alguna prenda de ropa...
. Ya. Pero, ¿de cuál?
. Pues no lo sé. (Le enseño y miro con curiosidad tanto las prendas que me iba a llevar (pagando, por supuesto), como las que iba a dejar en su sitio).
. Todas tienen alarma... (Me dice)
. Ya lo veo... (Eso sólo podía significar una cosa: había alguna prenda que no la llevaba. ¿Dónde estaría esa prenda?)
. Y, ¿dónde está esa prenda?
. No sé. Tal vez debería preguntárselo al que se la llevó... Aunque, si lo que insinúa es que me la he llevado yo, puede registrarme cuando quiera. (Además de ser inocente, ¡iba a tocarme un hombre!).
. ¿Va a comprar algo?
. Sí, ¿por qué?
. Bueno, entonces haré una excepción.
. No, no. Usted haga lo que tenga que hacer... No necesito que me haga ningún favor, yo no he hecho nada...
. Es que, a una señorita... prefero no registrarla.
. ¡Insisto, joder! ¡Tóqueme!
(Noo... Es broma. Si por lo menos hubiese estado bueno... pero era muy mayor.)

. Insisto. Como si quiere avisar a alguna cajera para que lo haga ella. Yo no tengo ningún problema.
. Enséñeme el bolso; con eso bastará.
. ¿Ve? (Abriendo mi bolso).
. De acuerdo. No pasa nada. Es que, yo siempre reviso los probadores cuando la gente ha salido y aquí no había nada...

Pero, mientras decía eso, justo por debajo de una de las "paredes" de plástico del probador (hay una pequeña franja entre el suelo y el final de dicha "pared"), asomaba algo... Tira de ello y, ¿a que no sabéis que era? Una cajita de cartón donde suelen ir metidos los calcetines... Pero, por fortuna, eran de ejecutivo (de caballero). Así que lo saca y le digo:
. A veces se le puede escapar algo... (Yo sabía de qué hablaba mejor que nadie... ¡Manda huevos! El otro día mango unos calcetines y nadie se pispa y hoy, que no hago nada ¡me acusan de ladrona! Pero serán...). Aún así, mire (le digo mientras me levanto los pantalones y le enseño mis calcetines. No eran los de Spiderman... Y tampoco los de ejecutivo).
. Bien, pues nada. Puede irse.

Y eso hice. Seguí mirando cosas en la tienda. Pero, el guardia, ya no me quitaba ojo... Me estaba incomodando así que me acerqué a él:

. Oiga, en serio... Si tiene dudas, mande a alguien que me registre pero deje de observarme como si fuese una ladrona... (Ja,ja,ja. Qué me parto. Eso es porque no me vio por un agujerito el día del hurto).
. No, no. Perdone. La verdad es que por su serenidad, no creo que haya robado nada. Además, una chica tan guapa no hace esas cosas...
(Ja,ja,ja. Qué me parto, Eso es porque no me vio por un agujerito el día del hurto).
. Pues no, la verdad... (Ja,ja,ja. Qué me... En fin, ya sabéis lo que sigue.).

Y ahí acaba todo... He de reconocer que me merecía el susto.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Tu amor

Prima, ¿qué canción te gusta más? ¿"No me doy por vencido" o ésta? La otra es más "heróica"/emocionante y ésta, aunque más... tristona, es igual de inspiradora, ¿no?
Bueno, indiscutiblemente está mucho mejor con el pelo larguito como en el vídeo anterior, ¿verdad?



Contigo me sentía bien
No me acordaba del pasado
De pronto en mi vida simple fuiste un milagro
Contigo no había un día gris
Ni noches frías antes de dormir
Contigo no morían de hambre ni de sed mis labios
Contigo una y otra vez quería volver para salvarme
Contigo el mundo parecía un lugar amable
Contigo yo era mas que yo
Porque al quererte quería ser mejor
Y ahora que no estás la vida me ha quedado grande

Porque es tu amor
El alma de mi alma
Tu amor
La fuerza que me alza
Tu amor
Un recuerdo, una voz

Contigo me reía más
Porque la vida me gustaba
Contigo las guerras perdidas parecían ganadas
Contigo en mi habitación
La luna se juntaba con el sol
Y ahora que no estás le tengo miedo a las mañanas

Porque es tu amor
El alma de mi alma
Tu amor
La fuerza que me alza
Tu amor
Un recuerdo, una voz

Y las horas pasan sobre mí
Y al final del día no hay final feliz
Es inútil esconderme
Cada viernes
De la soledad

Porque es tu amor
El alma de mi alma
Tu amor
La fuerza que me alza
Tu amor
Un recuerdo, una voz
Que habla en todos mis silencios
Tu amor

jueves, 30 de octubre de 2008

No me doy por vencido

Porque me encanta esta canción. Así, cuando entre en mi blog, podré oirla.
Ya sé que ni a Aída, ni a Víctor, ni... Ya sé que a casi nadie le gusta este tipo de música pero es que a mí, me hace enamorarme cada vez que la escucho.
Bueno pues... ¡Va por ti, Laura! Que, aunque desconozcamos qué me dan los sudamericanos que me encantan, sé que a ti también te ha gustado mucho la canción. ¡Ah! Y por Miri. Y por mi padre. Y... ¡por mí! Que pa' eso es mi blog.
¡Por cierto! Mi cumple está a la vuelta de la esquina... ¡Ajám, ajám! Si alguien quiere regalarme el cd, no le voy a hacer el desprecio de no cogerlo, sabéis...
(Al final me veo con 7 cd's de lo último de Luis Fonsi. El regalo estrella, verás...)



Me quedo callado
Soy como un niño dormido
Que puede despertarse
Con apenas sólo un ruido
Cuando menos te lo esperas
Cuando menos lo imagino
Sé que un día no me aguanto y voy y te miro

Y te lo digo a los gritos
Y te ríes y me tomas por un loco atrevido
Pues no sabes cuanto tiempo en mis sueños has vivido

Ni sospechas cuando te nombré

Yo, yo no me doy por vencido
Yo quiero un mundo contigo
Juro que vale la pena esperar y esperar y esperar un suspiro
Una señal del destino
No me canso, no me rindo, no me doy por vencido


Tengo una flor de bolsillo,
Marchita de buscar a una mujer que me quiera
Y reciba su perfume hasta traer la primavera

Y me enseñe lo que no aprendí de la vida
Que brilla más cada día,
Porque estoy tan sólo a un paso de ganarme la alegría
Porque el corazón levanta una tormenta enfurecida
Desde aquel momento en que te ví…

Yo, yo no me doy por vencido
Yo quiero un mundo contigo
Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro
Una señal del destino
No me canso, no me rindo, no me doy por vencido

Este silencio esconde demasiadas palabras
No me detengo, pase lo que pase seguiré

Yo, yo no me doy por vencido
Yo quiero un mundo contigo
Juro que vale la pena esperar, y esperar y esperar un suspiro
Una señal del destino
No me canso, no me rindo, no me doy por vencido

domingo, 26 de octubre de 2008

El sexto sentido 650 mg resumidos

Lea este prólogo detenidamente porque puede contener información importante para usted.

Esta entrada puede obtenerse sin contraseña para el tratamiento de afecciones menores y sin la intervención de un psicólogo. No obstante, debe usted utilizar con cuidado El sexto sentido 650 mg resumidos para obtener los mejores resultados. Conserve este prólogo; puede tener que volver a leerlo. Si necesita información adicional, consulte con su autor.

En este prólogo se explica:

  1. Qué es El sexto sentido 650 mg resumidos y para qué se utiliza
  2. Antes de leer El sexto sentido 650 mg resumidos
  3. Cómo leer El sexto sentido 650 mg resumidos
  4. Posibles efectos adversos
  5. Conservación de El sexto sentido 650 mg resumidos

1. QUÉ ES EL SEXTO SENTIDO 650 mg RESUMIDOS Y PARA QUÉ SE UTILIZA

El sexto sentido 650 mg se presenta en forma resumida para su administración visual. El sexto sentido 650 mg resumidos pertenece al grupo de entradas etiquetadas películas y argumentos. El sexto sentido 650 mg resumidos está indicado para el tratamiento sintomático del destripe de finales chulos por cualquier causa de intensidad de grado leve, moderado o grave.

2. ANTES DE LEER EL SEXTO SENTIDO 650 mg RESUMIDOS

No lea El sexto sentido 650 mg resumidos:

- Si ha experimentado una reacción alérgica a mis entradas anteriores (el compuesto es el mismo).

- Si no ha visto la película.

Tenga especial cuidado con El sexto sentido 650 mg resumidos:

No leer más veces de las recomendadas.

En lectores que tienen problemas con el acohol. Podrían volverse alcohólicos crónicos.

3. CÓMO LEER EL SEXTO SENTIDO 650 mg RESUMIDOS

Siga estas instrucciones a menos que Dios le haya dado otras indicaciones distintas:

- Recuerde dejar su comentario.

- Recuerde hacer buen uso de los signos de puntuación (para eso están).

4. POSIBLES EFECTOS ADVERSOS

Que se le joda la película. Absténgase de leer esta entrada si no la ha visto y tiene ganas o intención de hacerlo.

5. CONSERVACIÓN DE EL SEXTO SENTIDO 650 mg RESUMIDOS

Conservar en lugar fresco y seco; preferiblemente un ordenador. Mantener fuera del alcance de los que no hayan visto el film.

EL SEXTO SENTIDO 650 mg RESUMIDOS

  • Aída, deja de contarme la película de Brad Pitt porque me la vas a joder y la quiero ver...
  • ¡Ah! Vale. Pues ya me callo.
  • Es que, te estoy viendo y me vas a hacer lo que hicieron los graciosillos de mi clase cuando se estrenó "El sexto sentido".
  • ¿El qué?
  • Pues primero te preguntaban si la habías visto y, si decías que no, te decían: ¡Bruce Willis está muerto!
  • ¡Ah! ¡¿Bruce Willis está muerto?! ¡No lo sabía!
  • ¿¿¿Es que no la has visto???
  • ¡¡¡Noooo!!!

P.D.: Aída, lo siento mucho... Ja,ja,ja. Si quieres, te dejo que me jodas tú a mí la de "Quemar después de leer".



lunes, 20 de octubre de 2008

Cueste lo que cueste

Hoy, después de mucho tiempo, he vuelto a sentirme María... Por fin me ha sucedido algo que me ha recordado quién soy. Seguramente, cuando acabe de contar la historia no lleguéis a entender porqué estoy tan orgullosa de volver a ser yo pero la verdad es que me echaba de menos; a mí y a mis despistes, esos que tanto me ayudan y me inspiran para escribir...
Como cada tarde, he ido al instituto a dar mis clases de matemáticas. He salido de casa a las 18:40 porque, en teoría, tenía clase a las 19:10. Me he montado en el bus y lo he hecho con estilo pese a llevar, por primera vez en la historia de mi vida escolar (y es mucha), tacones. Bueno, no eran tacones propiamente dicho... Eran unos zapatos altos de cuña. Tal vez a los chicos os cueste imaginároslos pero, no puedo ser más descriptiva. ¡Bueno, sí! Eran marrones...
El caso es que los zapatos de tacón me encantan pero soy demasiado comodona para llevarlos y, cuando tengo que ponérmelos, a los dos minutos estoy andando descalza esté donde esté. Por eso he tomado la firme determinación de llevarlos cada día un poquito; para acostumbrarme. Al fin y al cabo, lo que ando de la parada del bus hasta el instituto no es mucho... Y luego paso la mayor parte del tiempo sentada en una silla... Consideré (tras pensármelo mucho (yo pienso en muchas cosas inútiles)) que sería lo mejor.
En el camino me encontré a una compañera. ¡No! (pensé al principio). ¡Ella es alta! Cuando bajemos del autobús seguro que anda deprisa y yo; yo, (la mujer bajita que normalmente va a paso de tortuga y que hoy especialmente irá así), no podré ir a su ritmo... Pero por fortuna, caminaba despacito. ¡Bien! ¡Como yo! Ahora sólo tenía que mantener una conversación coherente mientras iba mirando al suelo (sin que resultara muy descarado) para ir evitando las juntas de las losas y, con ellas, una posible torcedura de tobillo... He de añadir que, para colmo, eran de esas losas que tienen... pequeños y múltiples rectangulitos sobresaliendo constantemente (por lo que las posibilidades de que me la pegara aumentaban considerablemente...) ¿Por qué no harán las aceras del mismo material que el carril para bicis? Lisito, planito, homogéneo... ¿¡Es que no saben que las mujeres llevamos tacones de vez en cuando!? ¡Por el amor de Dios!
En fin, después de todo me concentré, mantuve una conversación de lo más agradable y además salí ilesa (prácticamente nadie notó mis vaivenes cada vez que pisaba con la fina cuña entre la parte más alta y la más baja de la losa)...
De 20:00 a 20:15 es el recreo/descanso así que quedé con esta chica que iría con ella y su grupo al parque después de la clase de las 19:10 y, allí, haríamos tiempo para la clase de las 21:05 (ninguno de nosotros teníamos clase en la hora que pilla en medio...). A decir verdad, me resultó curioso y extraño no haber coincidido con ellos ningún otro martes... Aunque no vayamos a la misma clase, si hoy hemos ido juntas en el autobús, ¿por qué no las semanas anteriores? Quizás cuando la una fue, la otra faltó... (y, cuando digo "la otra faltó", aunque lo digo como si las probabilidades estuviesen repartidas entre las dos a un 50%, estoy básicamente hablando de mí)... Tal vez las primeras semanas no me fijé en ella; la he conocido hace poco... No sé, pensé. A lo mejor ella tiene coche y pocas veces coge el tranporte público... Había tantas explicaciones posibles que lo dejé todo en un... no sé.
Por fin llegó la hora y cada una nos fuimos a nuestras respectivas jaulas, digo... aulas. Entro en ella, digo hola a todos los que llevaban allí toda la tarde y me dirijo a mi sitio. Acto seguido, ya enfrente de mi mesa, dejo sobre ella mi libro de lectura, mi cuaderno de matemáticas, mi botella de agua y pongo mi bolso en el radiador; justo a mi lado. (Dicho esto, me pregunto para qué narices llevo un bolso...). Me siento. Saco mi boli (eso sí, del bolso) y veo entrar a un profesor que, sin duda, no era el de matemáticas... ¡Oh! ¡No! Ha faltado y este señor viene a sustituirle... Pero, ¿de qué da clase este hombre? y, ¿por qué lleva en la mano un tubo enorme del que está sacando mapas geográficos? Miro el libro que lleva bajo el brazo y veo que también es de geografía y para el curso de segundo de bachillerato. Entonces, ato cabos rápidamente (yo veo una colilla y pienso... aquí han fumado, ¿sabéis? Yo para eso... soy muy rápida). Me doy la vuelta y le pregunto a la chica de atrás: ¿es que os toca geografía? Sí, me responde. Me pongo en pie, cojo el bolso, guardo el boli, cojo el cuaderno de mate y el libro de lectura. Meto la silla con el pie rápidamente bajo la mesa para dejarla en su sitio y me voy mientras añado: ¡perdón! Me he equivocado de clase...
Salgo corriendo (con mis zapatitos) y, mientras me dirijo al aula en la que imparten las matemáticas de 1º.; en la otra punta del instituto, voy pensando: ¡joder, María! Has mirado mal el horario. Primero te tocan las de 1º. y, a las 21:05, las de 2º. ... Vale, no pasa nada. Tranquila. Ve para allá y ya está. Llego al aula 115; donde me correspondía. No hay nadie. ¿Llegan tarde? Pero si ya llego tarde yo... Saco el horario, lo miro y ¡efectivamente! ¡Hoy martes me toca a las 19:10 mate de 2º.! ¿Pero qué coño está...? ¡María! Hoy ponen C.S.I., ¿recuerdas? ¡Es lunes! Con las mismas, me encierro en la clase, suelto los bártulos y empiezo a gritar hacia dentro (lo que implica poner cara de pirada mientras te tiras de los pelos). Los lunes tengo clase de mate de 1º. a las 18:20 y mate de 2º. a las 20:15... Conclusión: he faltado a una de las clases y para la otra me toca esperar una hora de reloj...
Más tranquila salí del aula y asumí que ahí estaba yo. Me quedé embobada mirando un plano plastificado del instituto que había colgado en la pared del pasillo. En él aparecía un círculo rojo y, junto a él, una frase que decía: usted está aquí. Es irónico, ¿verdad? Ahí estaba yo... Ya podía ser el mapa del parque que hay al lado de mi casa. Yo sería un círculo rojo y feliz que estaría acompañado de otros tres círculos más que serían mis perros... O el plano de mi desastrosa habitación. Aparecería un círculo rojo en compañía de otros dos que serían mis amigas Barbra y Celine. Si hubiera visto bien mi horario, podría estar ocupando mi tiempo cantando con ellas en un... trieto la maravillosísima "Tell Him"...

viernes, 10 de octubre de 2008

Con la fuerza de mi corazón

Ésta es una canción interpretada por mi hermano Joaquín y... por mí. Aunque aún no me puedo creer que haya conseguido colgar un audio en mi blog, lo cierto es que lo he hecho así que, después de lo que me ha costado, sólo puedo esperar que os guste. Es más, sólo tenéis que mirar la fecha y la hora en que dice que fue publicado... Llevo desde entonces intentándolo. :) (Hoy es 14 de octubre).