domingo, 26 de abril de 2009

Se me han cruzado los cables

¿¡Qué me pasa a mí últimamente con los cables!?

Lo del cargador de mi móvil lo entiendo; fue muerte natural. (Es natural que deje de funcionar si el perro lo ha mordido y dejado en carne viva) pero, como amputamos y cicatrizó, la verdad, pensé que sobreviviría...

Al dejar el cable pelao con una brecha en todo el centro no hacía bien el contacto así que mi tío cortó para sanear y empalmó y el cargador volvió a funcionar pero claro, si luego llego yo (iba con prisa, con mucha prisa) y tiro de él justo por donde estaba la cinta protectora adesiva para sacarlo de debajo de la mesa y el pobre se engancha con la misma tropezando con una de las patas, pasa lo que pasa...

Me quedé con la punta de la clavija y la cinta adesiva en la mano mientras el resto del cargador se quedaba en el suelo con los cables despeluchados.

Vaale... Ya tengo otro y ya puedo cargar mi móvil pero, ¿qué hay de la batería del ordenador?

Yo creo que esta vez el perro no ha tenido nada que ver y se debe más bien a que, como es un portátil y está todo el rato pa' allá y pa' acá, el cable se ha retorcido demasiado justo por donde se une con la clavijita y se está empezando a pelar. Entre la clavija y el cable hay un fuelle para dar más movilidad al cable... ¿Para qué coño quiero yo que el cable tenga movilidad? ¡Y menos por esa zona! Bueno, a lo mejor no es para eso pero, en cualquier caso, ¿es que no saben el trajín que me traigo yo con los cables? Qué poca vista tienen estos queremosserigualdericosqueBill. (Harían cualquier cosa porque regresaras a la tienda a por un cable nuevo).

Hasta ahora he encontrado la forma de que se quede quieto y el ordenador se cargue poco a poco pero claro, estar sujetando y haciendo presión hacia la computadora mientras escribes con una sola mano no es muy cómodo que digamos...

De vez en cuando parece que coje bien la postura y se queda quieto pero, ¿cuánto durará?

Es una ansiedad tremenda saber que algún día fallecerá y no saber cuándo.

Si lo supiera, podría planear algunas cosas (como comprar un cable nuevo con una fecha límite (yo lo dejo todo para el último día)) pero, así, ¡es estresante!

Le dedico unos cinco minutos al día para que se quede como quiero, me alejo con cuidado como si de un campo de minas antipersonas se tratase para no tocar nada y, cuando lo he conseguido, me doy la vuelta para ver si sigue como lo dejé y me encuentro con que la lucecita azul se ha apagado. (Supongo que torcido y pillado con la base del ordenador no es su postura natural). El cable vuelve solo a su naturaleza y yo a la mía (a colocarlo de nuevo).

Hoy es domingo. No creo que nadie abra la tienda para dejar que yo compre un cable nuevo para la batería de mi ordenador pero prometo que, si aguanta el día de hoy, mañana sin falta compro uno nuevo.