lunes, 18 de enero de 2010

JOVEN MUJER CASI PIERDE LA VIDA POR INANICIÓN EN UNA PELUQUERÍA

Una joven de 21 años llamada María Paz ("Paz" es apellido) ha estado a punto de morir en una peluquería de su barrio. Los testigos afirman que María entró a las once y media de la mañana y estuvo con papel de plata en la cabeza hasta las cinco menos cuarto de la tarde.
"Ella venía a hacerse unas mechas y poco más...", comenta una anciana que estuvo presente durante los hechos. "Era una chica maja. No se merecía lo que le hicieron".

La chica también concedió unas palabras a la prensa tras recuperarse del shock y dijo: "si no me gusta el color, no me gusta. Y si tienen que repetirlo, que lo repitan. Para eso les pago."
Pero (pregunta nuestro reportero), ¿a costa de su salud?
María: "mire, puede parecer increíble pero para mis amigos yo soy la primera rubia con la que se sienten cómodos y no pienso salir de la peluquería más castaña de lo que entré. ¡Es mi sello de identidad! Para ellos yo soy "la rubia" y no tenía ninguna intención de decepcionarles."
Periodista: ¿no es cierto que pensó en volverse pelirroja?
María: sí, cierto es. Pero al final decidí que quería ser rubia. Y, en cualquier caso, pelirroja... No castaña. Yo no dejo el rubio por cualquiera.

Al parecer, echaron en el cabello de la joven las mechas de decoloración habituales y dieron un baño de color al resto en tonos marrón chocolate para unificar el rubio que ya llevaba de la última vez pero no pusieron suficiente cantidad de mechas rubias y, tras aclararle la cabeza después de tres horas, exigió que le pusieran más porque era, prácticamente, morena.

Y así es como a María estuvo a punto de darle un algo allí mismo. Llevaba desde las ocho de la tarde anterior sin ingerir ningún alimento y todavía habría de esperar dos horas más hasta que su cabello mostrara el color deseado. Por fortuna, la joven tenía reservas suficientes y no sufrió ningún daño físico que pudiera dejar secuelas. "Estar tantas horas sin comer sólo podía aportarme cosas buenas", nos cuenta la protagonista.

Nuestro periodista continúa la entrevista: ¿qué dijiste a los peluqueros cuando rectificaron y te pusieron tan rubia como deseabas?
María: bueno, puse cara de cabreo y sorpresa y dije: :O ¡Ahora estoy muy rubia! Ellos se miraron anonadados entre sí y entonces añadí: que no... ¡Que es broma! Y se rieron tras comentar mi jugada y suspirar aliviados.

Tras la odisea, este cápitulo ha tenido un final feliz y hemos podido comprobar con nuestros propios ojos que todo está en orden y que María Paz sigue siendo, oficialmente, rubia de bote.

Como afirma la susodicha para rematar: "soy más rubia que nunca".