sábado, 4 de abril de 2009

Depende

¿Está bien confiar en las personas o es de idiotas hacerlo? Tal vez sólo haya que confiar en quien se gane nuestra confianza...
Pero entonces, ¿qué hay de las segundas oportunidades? (Si no se confía, no te traicionan) ¿Hay que darlas o es como tropezar dos veces con la misma piedra?
¿Está bien hacer lo que crees que debes hacer o es mejor hacer lo que hay que hacer? Si haces lo primero, se podría decir que eres de los que se deja llevar por el corazón y, si haces lo segundo, de los que deciden en función de lo que su cabeza les dice...

Yo creo que lo que hago normalmente es confiar en las personas. Algunas me decepcionan, otras no.
Las que no lo hacen, tienen una parte de mí de forma incondicional y, las que sí, una segunda oportunidad.
Después de esto, si me dececionan de nuevo me siento idiota porque creo que he tropezado dos veces con la misma piedra y, si no, que he hecho bien porque estaba claro que la persona lo merecía.
También suelo hacer lo que creo que debo hacer aunque las probabilidades, estadísticas, lógica o sentido común digan lo contrario.
Si sale mal, vuelvo a sentirme idiota pero, si sale bien, la satisfacción es tremenda porque has confiado en alguien cuando nadie más lo hacía y eso te ayuda a sentirte mejor persona pero...
... Últimamente tengo más sensación de idiota que de buena, ¿por qué será?

¿He de cambiar mi modus operandi? Si lo hago habrá gente que merezca segundas oportunidades que se quede en el camino... Esa gente, por tanto, es gente que merecía la pena y una parte de mí de forma incondicional y jamás lo sabré.

¿He sido yo alguna vez de esas personas que merecían una segunda oportunidad? Seguramente.
¿Me gustaría que me la dieran alguna vez? Seguramente.
¿Me la han dado alguna vez? Seguramente.

Si me apetece dar una segunda oportunidad, ¿he de darla aunque la lógica y el sentido común (normalmente también el de mis amigas) me digan lo contrario?
Son muchas logicas y sentidos comunes pensando de la misma forma pero son también muchas las ganas que a veces se tienen de dar una segunda oportunidad... ¿Por qué?

Supongo que depende de la persona que decepciona, de con qué decepciona y de quien debe dar o negar una segunda oportunidad.

Está claro que sólo se le pueden dar segundas oportunidades a las personas que las demanden y tengan/demuestren interés en ellas porque si no, definitivamente, eres un idiota.

*Me encanta escribir. Mi sinceridad al hacerlo me ayuda y me traiciona inconscientemente. Gracias a esta entrada ahora sé por qué últimamente me siento idiota en vez de buena persona...

Muchas veces son las ganas que tenemos de dar segundas oportunidades las que nos hacen ser y comportarnos como idiotas (por lo menos a mí) pero, para lo que sigue sin haber respuesta es para ese "¿por qué?".

Yo personalmente no lo sé así que, después de esto y de lo hecho (lo hecho, hecho está), sólo me queda esperar que la sensación de... hashechoelcanelounavezmás desaparezca (sobre todo cuando tienes la mala suerte de haber descubierto el origen y la causa de una sensación tan desagradable como esa) para poder escribir sobre que, a veces, no está tan mal sentirse idiota si a cambio has descubierto algo maravilloso que está por encima del miedo al ridículo.


*Con lo felices y lo bien que viven los ignorantes, coño.

¿Para qué pensaré?
Depende...