martes, 12 de enero de 2010

BricoMaría: su paridera y mi zulo

Hoy en BricoMaría aprenderemos a no emplear las palabras "yo me responsabilizo" a la ligera.

Cuando todo esto empezó, yo no imaginaba que terminaría donde estoy.

Mi perrita Molly está preñada y a punto de dar a luz. Para que estuviera en las mejores condiciones, pedí a una amiga que me ayudara a construir una paridera (ella la construyó y yo miré atentamente para la próxima). Una paridera es un habitáculo cuadrado de metro y medio/dos metros (depende de la persona y del tamaño de la perra), hecho con maderas y preparado para que los cachorros y su madre vivan en ella durante los dos meses pertinentes.

Evidentemente, los animalitos han de salir varias veces al día a estirar las patitas mientras el dueño (u sea sé, la menda) limpia sus aposentos pero duermen allí por su bienestar y el de los humanos (no imagino a cinco o seis cachorros corriendo por mi casa, meando, cagando, mordiendo... Y yo detrás con la fregona). La paridera era imprescindible. Y alguien que la vigile, también.

Y aquí es donde entro yo.

El mejor lugar para situar la paridera era el sótano. Pero claro, si estamos durmiendo en la planta de arriba y pasa algo con los cachorros, no nos enteramos... Bien, dormiré abajo cuando nazcan. Pero claro, si se pone de parto y está en mi habitación, ¿cómo la bajo yo en pleno asunto a la paridera? Vale, que duerma abajo aunque no esté dando a luz. Además, le vendrá bien para acostumbrarse a que ése va a ser su sitio los próximos dos meses. Pero claro, si está sola abajo y yo arriba en mi cuarto y se pone a parir, no me entero... Vale, me bajo con ella hasta que para. Hasta que para, mientras pare, mientras los cuida, mientras crecen...

Vale, me bajo con ella y punto

Y aquí llevo yo ya dos putos días encerrada en el sótano, con un somier improvisado que había en el garaje, un colchón, un calefactor, una mesilla de la habitación que tenía cuando era pequeña (siempre hay hueco para la nostalgia en esta mierda de zulo), una lamparita, mi ordenador portátil, mis altavoces, una tele que no funciona, la paridera, la perra y mi otra perra, Luna (va conmigo adonde yo voy).

Al final he conseguido que parezca una habitación decente pero me aburro como una ostra. Espero que esto sólo sea durante las dos primeras semanas o cosa así y, a partir de ahí, yo pueda dejarlos solos toda una tarde o toda una mañana sin que ocurra nada.

El parto estaba previsto para hoy, día doce. Pero de momento, nada de nada. Esperaré pacientemente (no me queda otra) leyendo, escribiendo, viendo películas y con un ojo abierto cuando me muera de sueño.

3 comentarios:

Pecas dijo...

ay encima tienes dos perras!!! (L)

Pues nada mujer, paciencia hasta que nazcan, como yo hasta que nació mi sobrina, que no sabes lo que le costó xD. Al menos estas bien acompañada :)
Un beso!

PD: te ha quedado genial la paridera

Mery... christmas dijo...

¡Ya han nacido, Pecas! Jajajajaja! Esta mañana.
Menuda nochecita me están dando... ¡No paran de llorar! :( Y la madre los puede aplastar sin darse cuenta. Vi a perder 2kg en una noche de tanto levantarme a mirar. Escribir este comentario me está llevando media hora...

Gracias por lo de la paridera; fue Lourdes la artífice de todo. Jajajaja! Yo dirigía y cociné depués :) Jajajajaja!

¡Un besito!

Anónimo dijo...

Por favor me puedes indicar como has hecho la paridera o si la quieres vender?.maricarmenmarquina@hotmail.com